Recomendaciones para gerentes de restaurantes
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La labor de gerente de un restaurante no es fácil. Se trata de coordinar, gestionar y llevar a ejecución cada uno de los objetivos del local, líderados por cada integrante del equipo. Existen algunas recomendaciones básicas que se pueden tomar en cuenta a la hora de asumir este cargo.
1. Conocer a los empleados.
Sus empleados son el corazón del bar o restaurante, por lo que es importante conocerlos. Tienes que hablar y trabajar con los miembros del equipo para averiguar cuáles son sus fortalezas y debilidades individuales. Llegar a conocer a sus empleados también les ayudará a confiar en ti. Esto significa que son mucho más propensos a trabajar de manera eficiente y vienen a ti cuando tienen un problema.
2. Tratar de hacerlo todo.
Es importante delegar tareas a sus empleados. Esto puede ser especialmente difícil si fueron promovidos desde adentro; puede ser tentador para aferrarse a sus antiguas tareas al mismo tiempo llevar a cabo sus nuevas tareas. Una vez que llegas a conocer los miembros del equipo y averiguar sus puntos fuertes, usted sabrá qué tareas puede delegar.
3. Discutir metas con su equipo.
No dé por sentado que todo el mundo en su bar o restaurante entiende y está en sintonía con sus metas. Todo el mundo, desde los servidores, camareros o cocineros, debe saber cuáles son sus prioridades.
4. Cambiarlo todo.
Es posible que desee poner su sello en todo como un nuevo gerente, pero tenga cuidado. Antes de hacer un cambio, piense si lo estás haciendo para mostrar su poder o porque realmente cree que va a ayudar al local. No tiene sentido perder el tiempo o el dinero cambiando las cosas sólo para demostrar que se puede.
5. No cambiar nada.
Por otro lado, no se debe sentir como que no se puede cambiar nada. Como nuevo gerente, usted puede sentir nervioso o incómodo acerca de hacer cambios. Sólo recuerde que la persona que le contrató sentía que podría hacer este trabajo. Confíe en su juicio.
6. Problemas a la hora de gestionar.
Es fácil mirar hacia otro lado cuando un problema aparece. Tal vez sea una mala crítica, una queja común al cliente, o un conflicto con el empleado. No importa cuál es el problema, ignorandolo que no hará que desaparezca. Como gerente, es su trabajo cuidar de los problemas antes de que se conviertan en grandes crisis.